Una práctica generalizada que se desarrolla en el aula tradicional es que el contenido educativo se proporciona en la misma clase y se dejan fuera de ella las actividades prácticas, las llamadas tareas. La metodología Flipped Classroom, que voy a conocer más en profundidad en el desarrollo del curso, pretende una dedicación más al trabajo esencial y a la aplicación práctica de lecciones que a las lecciones mismas, partiendo de la premisa de que el contenido educativo debe ser desarrollado por los estudiantes de manera autónoma en sus casas y, de esta forma, hacer las tareas en clase. No cabe duda, que en la actualidad, el mundo educativo está siendo sacudido por gran variedad de materiales de estudio, digitales e interactivos. La accesibilidad a los mismos está dispuesta para que estudiantes los manipulen y los usen, y para que los docentes los incorporemos como instrumento pedagógico útil en el proceso educativo, lo que les permitiría incluso analizar el desarrollo de su clase para seguir mejorando; quizá sea esta también una de las características de la metodología Flipped Classroom , que con gran entusiasmo espero aprender con la consecución de los objetivos del  curso propuesto por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF)

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